La familia y los amigos constituyen un apoyo fundamental para el emprendedor en su aventura empresarial. Pero ¿conviene además tenerlos en cuenta como posibles vías de financiación para el negocio? Recurrir a familiares y amigos permite obtener financiación rápida y en ocasiones gratuita, pero para evitar conflictos es imprescindible fijar unas reglas del juego claras y concisas.
Ventajas financiación de amigos y familiares
Entre los pros de acudir a las 3F (familia, amigos y locos, por sus siglas en inglés) destacan la facilidad y la rapidez. Como es lógico, nuestro entorno más cercano no impone los exigentes requisitos que sí podemos encontrar en un banco o en un inversor profesional, como un 'business angel'. Por tanto, su papel resulta clave en las etapas más incipientes de un negocio, cuando todavía no se han podido obtener las métricas de clientes, ventas e ingresos con las que seducir a un inversor. No obstante, esto supone un arma de doble filo, ya que el índice de supervivencia de los negocios financiados por familiares suele ser menor, ya que no se han visto obligados a recurrir a una entidad o a un fondo que analice su viabilidad y les haga de filtro.
Otro aspecto positivo a tener en cuenta es que la financiación obtenida de un familiar suele tener condiciones mucho más laxas en cuanto al plazo de devolución y los intereses. De hecho, incluso se puede obtener de forma gratuita, a través de una donación (familiares de primer grado, como por ejemplo, de padre/madre a hijo/a) o un préstamo a tipo cero (únicamente en caso de préstamos entre particulares).
Un último componente a valorar es el motivacional, ya que cuando la financiación proviene de un familiar, la presión es mayor para el emprendedor, se suele involucrar más.
Riesgos de la financiación de amigos y familiares
En el lado de los contras destaca la posibilidad de que se produzca un cisma familiar. Un riesgo que se puede minimizar, estableciendo unas reglas del juego. Por un lado, la propuesta debe ir acompañada de un plan de negocio serio. Es necesario asegurarse de que el amigo o familiar, que habitualmente no es un inversor profesional, entiende perfectamente los riesgos del negocio y las características de la financiación que se le está solicitando.
Además, no está de más recordar que no hay que aprovecharse de ellos de los familiares y amigos. Por ejemplo, en una ampliación de capital no se les debe ofrecer condiciones menos ventajosas que a otros socios. Y, en cualquier caso, se debe velar por sus intereses y mantenerles informados con regularidad, igual que se haría con otro inversor.
Una segunda desventaja es que la financiación familiar carece del valor añadido que aporta el denominado 'smart equity'. Y es que los inversores profesionales no sólo ofrecen el capital necesario para abrir un negocio, sino que a menudo orientan y asesoran al emprendedor en sus etapas iniciales, en ocasiones incluso formando parte del Consejo.
Préstamo y donación, las dos vías legales
Para que un particular obtenga financiación de un familiar, hay dos opciones:
- Préstamo. Se articula mediante un contrato privado en el que se fijan las condiciones. Si no se van a cobrar intereses hay que especificarlo, ya que por defecto se interpreta que sí y el prestatario tendría que declararlo. El contrato se presenta ante la Consejería de Economía y Hacienda de la comunidad autónoma de la persona que recibe el dinero, acompañado de la liquidación del modelo 600, exento. También es importante acreditar que se ha devuelto el préstamo, para evitar problemas con Hacienda. Es recomendable solicitar el dinero antes de crear la empresa. De lo contrario, pueden surgir dificultades con Hacienda.
- Donación. Implica el pago de un impuesto, cuya cuantía varía en función del importe donado, el rengo de familiaridad, y la comunidad autónoma en la que residen las partes intervinientes. En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, los primeros 100.000 euros donados de cada progenitor a cada hijo, están exentos de tributación. Para acogerse a estos incentivos fiscales es imprescindible realizar la donación mediante escritura pública ante notario.
Alternativas de financiación
- Crédito bancario: Es la opción más utilizada, sobre todo en sectores tradicionales como comercio y restauración.
- Capital riesgo y 'business angel': Requieren un plan de negocio probado, con previsión de beneficios a corto-medio plazo.
- Incubadoras y aceleradoras: Ayudan a plasmar la idea de negocio y a obtener financiación.
- 'Crowdfunding': Estas plataformas permiten que el pequeño inversor pueda apostar por nuestro proyecto.
En cualquier caso, se opte por la forma de financiación que se opte, es imprescindible que previamente se realice un estudio exhaustivo sobre las implicaciones legales y tributarias que ésta conlleva. En Febrer Asesores, contamos con profesionales titulados y con amplia experiencia en el asesoramiento tributario, financiero y jurídico, por lo que podemos ayudarte en caso de que necesites asesoramiento acerca de la financiación de tu negocio.